Bentley ha lanzado su tercer coche especial desarrollado como carrocería específica sobre la base del Continental GT y con el habitual motor W12 de este último, ahora con 750 CV. El coche, llamado Batur Convertible, es la versión abierta del anterior Batur cupé, está realizado por el carrocero Mulliner, el habitual de Bentley, y está limitado a 16 unidades en todo el mundo, todas ellas realizadas al gusto de sus propietarios en lo que a colores y acabados se refiere.
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Este coche sustituye en cierto modo al Bacalar, otro de los modelos construidos artesanalmente por la marca y tiene una capota de lona para cubrir el habitáculo de solo dos plazas y un tratamiento de la parte trasera con un "airbridge", una pieza aerodinámica detrás de los dos asientos que va en el color de la carrocería. La capota puede accionarse en marcha hasta a una velocidad de 50 km/h y tarda 19 segundos en completar, eléctricamente, el proceso de apertura y cierre.
El propulsor W12 es un diseño del grupo Volkswagen, ya veterano, que tiene una cilindrada de 6 litros y rinde una potencia, en esta versión descapotable de 750 caballos, 10 más que la versión cupé del Batur. La diferencia está, según la marca, en el diferente sistema de admisión empleado en estas 16 unidades del descapotable, en los ligeros cambios en la gestión electrónica y en una actualización tanto de los dos turbocompresores como del sistema de refrigeración mediante intercooler.
Adiós al motor W12 en Bentley
La marca ha aprovechado el comunicado en el que ha desvelado este nuevo automóvil para anunciar que el Batur será el último modelo de Bentley que utilizará este propulsor al que, a lo largo de las dos décadas que lleva en producción se le ha incrementado la potencia en un 40 % al tiempo que se ha reducido su consumo un 25 %.
Como es habitual en estos Bentley, la tracción es a las cuatro ruedas con diferencial electrónico activo, la caja de cambios es automática de ocho velocidades con doble embrague, el coche dispone de un sistema de dirección a las cuatro ruedas y para la suspensión se recurre a un sistema neumático regulable con barras estabilizadoras activas. Los frenos son de tipo carbonocerámico con los delanteros de 440 mm con pinzas de 10 pistones y los traseros de 380 mm.
Lo más destacado de este coche es el nivel de personalización que el cliente puede sugerir. Los colores de carrocería son infinitos (puede elegirse cualquier Pantone) y para los acabados interiores, la marca ofrece la posibilidad de elegir no solo colores, sino materiales y pone como ejemplo el oro rosa para algunos de los adornos o mandos interiores. Como os podéis imaginar y teniendo en cuenta que es el cliente el que define prácticamente todo el acabado del vehículo, las 16 unidades del coche están todas vendidas.
